Hoy, 5 de marzo, se celebra el día mundial de la eficiencia energética.
Con este motivo, se han ido recopilando en la Universidad de Murcia los consejos que, en esta materia, tanto los estudiantes como el personal de la UM han venido enviando a lo largo de los últimos meses.
Considero que, al margen de los actos simbólicos que para el día de hoy se proponen, deben ser los hábitos cotidianos los que pueden contribuir de manera significativa a reducir nuestros consumos energéticos.
En la página de Campus Sostenible podemos encontrar información sobre energías renovables y las acciones de eficiencia energética que (desde Vicerrectorado) estamos desarrollando. A continuación, algunos de los consejos para el ahorro y la eficiencia en el uso de la energía:
CONSEJOS:
Las placas solares pueden ser un complemento interesante de apoyo a la calefacción, sobre todo para sistemas que utilicen agua de aporte a menos de 60 ºC, tal y como sucede con los sistemas por suelo radiante o en los de "fan-coil".
Utilice adecuadamente los sistemas de calefacción, adecuando las temperaturas al tipo de actividad que se realice y al uso que se hagan de los distintos espacios (zonas de paso, zonas de trabajo, sala de espera...).
Para el ahorro de papel reutilice las caras en blanco de los documentos impresos para tomar notas, imprimir borradores de documentos, etc.
Colocar un contenedor de papel cerca de impresoras y fotocopiadoras para facilitar y recordar el reciclaje del papel.
Usar el papel por las dos caras tanto al escribir, imprimir o fotocopiar. Utilizar papel reciclado.
Configurar el ordenador, fotocopiadora, impresora, etc. en el modo de “ahorro de energía” siempre que sea posible.
Activar el modo “ahorro de toner” al imprimir o fotocopiar en caso de que exista esa opción.
Lleva tu propia bolsa grande de tela u otro material similar cuando vayas a hacer tus compras, así evitarás consumir bolsas plásticas.
Compra baterías recargables para dispositivos que uses con frecuencia.
Reutiliza cartones o periódicos viejos para usarlos como material de empaque.
Pinta con brocha o rodillo en vez de usar pintura en spray.
Antes de tirar cualquier cosa a la basura, piensa si se puede reutilizar, reciclar o reparar; o si puede ser útil para otra persona.
Evita las latas de bebidas, vale más el envase que su contenido y apenas se recuperan. La energía necesaria para producir y transportar una lata equivale a la mitad del bote lleno de petróleo.
La energía que producen las pilas es más de 600 veces más cara que la de la red. Conecta los aparatos a la red siempre que esto sea posible. Si te es imprescindible usar pilas (nunca tires las usadas a la basura), procura que sean recargables.
Desconecta los aparatos eléctricos de la red cuando no están funcionando. Algunos aparatos (como televisores) siguen gastando hasta un 33% de la energía.
Prescinde de los electrodomésticos innecesarios como cepillos de dientes, abrelatas, cuchillos eléctricos, etc. Ten en cuenta los criterios de ahorro energético al comprar nuevos frigoríficos, lavadoras, etc.
Las bombillas de bajo consumo son más caras que las normales, pero duran hasta 8 veces más y consumen la quinta parte de energía para dar la misma cantidad de luz, con lo cual se termina ahorrando energía y dinero.
Evita los aerosoles. Contienen CFCs, causantes de la destrucción de la capa de ozono u otros gases que también contribuyen al efecto invernadero. Los pulverizadores son una buena alternativa y son recargables.
La gran mayoría de los productos de limpieza que se anuncian no sólo son innecesarios sino también muy nocivos para el medio ambiente. Casi toda la casa puede quedar perfectamente limpia con jabón, bicarbonato, vinagre y limón.
Los ambientadores no eliminan los malos olores sino que desprenden otros más fuertes que nos impiden detectar los primeros.
Tapa siempre las cazuelas para no despilfarrar calor. La olla exprés es la mejor opción: ahorra tiempo y energía. Son preferibles las cazuelas de hierro, acero inoxidable o barro frente a las de aluminio.
En la alimentación, evita la comida basura o precocinada ya que suele contener muchos aditivos y conservantes y viene sobreempaquetada. Procura consumir alimentos frescos, de temporada y de producción local.
Mantén los radiadores y las salidas de aire acondicionado fuera de obstáculos que provoquen pérdidas en la climatización.
Cierra los radiadores de salas que no se estén ocupando.
Controla la temperatura mediante termostatos siempre que se pueda o, cuando se alcance la temperatura ideal (20º C), desconecta los sistemas de ventilación o radiadores.
Y poco más que decir en el día de hoy, que se me ha hecho largo (larguísimo) y estoy tremendamente agotado.
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