28 de marzo de 2011

¿Copago? "Copague" Valcárcel.

Esta es la doctrina neo-con que el señor Valcárcel, tras 16 años como presidente autonómico murciano, quiere vender al resto de España: el copago sanitario y educativo [enlace], es decir, que paguemos por ir al médico o por llevar a los hijos a la escuela. Mejor dicho: que volvamos a pagar.

¿Cómo que volvamos a pagar? Querrás decir que paguemos, ¿no?
No, amigo. El copago supone "pagar otra vez". 

La sanidad, como el resto de servicios básicos, se paga con los impuestos y llega a cada comunidad autónoma a través de los presupuestos generales del Estado (PGE). Es el gobierno autonómico (en Murcia: Valcárcel) quien gestiona este dinero en su comunidad, es decir, quien planifica, gestiona e invierte ese dinero. Además, ese dinero viene ajustado según la población; esto es: a más habitantes, más potenciales actos médicos y, por tanto, más dinero destinado. Y al tratarse de dinero de todos, se le exige que esa gestión sea coste-eficiente, en otras palabras: dado que el dinero es un recurso finito, hay que invertirlo en actividades que produzcan un resultado positivo que compense la inversión, aunque no necesariamente desde el punto de vista económico (con el estado del bienestar aceptamos que - hasta ahora- la sanidad no sería una empresa privada obligada a dar beneficios económicos). Por eso la cartera de servicios sanitarios cubre las radiografías o los escáneres en mi hospital y, por contra, las gammagrafías (una prueba especial que se realiza con mucha menor frecuencia) se hacen en otro centro, porque no compensa tener una máquina en cada hospital dadas las pocas gammafrías que necesitamos realizar y el alto coste de estas máquinas y su explotación.

En resumen: que la sanidad la pagamos con los impuestos de todos y es el gobierno autonómico quien gestiona ese dinero. 

Valcárcel dice que la ruina de Murcia se debe a que Zapatero nos castiga negándonos la "deuda histórica" (el diferencial de lo presupuestado para los ciudadanos de esta comunidad cuando se aceptó la transferencia de las competencias en sanidad, educación, trabajo, justicia, etc) con el coste real de mantener esos servicios para la población actual. Porque, por si no lo sabías, la comunidad autónoma de Murcia tiene transferidas las competencias en materia de empleo (somos líderes en destrucción de empleo, muy por encima de la media nacional), en educación (tenemos una de las tasas más altas de abandono y fracaso escolar de España), en justicia (decenas de imputados por corrupción siguen gobernando municipios; un ex-consejero tenía 500.000 euros guardados en su ático, etc) y en sanidad, entre otras. Eso no lo dice Valcárcel porque no interesa que la población lo sepa. Es más fácil echarle la culpa al Gobierno de España de los males de su pésima gestión en los últimos 16 años.

Valcárcel dice que Zapatero no reconoce a 450.000 murcianos, que manda dinero sólo para un millón de habitantes y que por eso estamos en la ruina. Una vez más, Valcárcel miente a sabiendas. Esta es la población que se tiene en cuenta para la financiación: 1.460.164 habitantes [enlace]. ¿De verdad faltan 450.000? ¿A quién quiere engañar? Lo que Valcárcel se calla y no dice es que fue su propio gobierno autonómico quien firmó la transferencia de la sanidad con el gobierno de Aznar, y que firmaron por una cantidad que sabían insuficiente. "Qué bien nos salieron las transferencias con Murcia. Vino el consejero, aceptó la valoración y no pidió nada", decían en Madrid. 

Mientras que el resto de comunidades autónomas luchaban con uñas y dientes para conseguir lo mejor para sus ciudadanos, el gobierno de Valcárcel se conformó con las migajas a sabiendas de que el "Agua para todos" taparía todas sus vergüenzas.

Como vemos, no es que Zapatero castigue a Murcia y que por eso estemos en la ruina. Es que Valcárcel no sabe gestionar nuestro dinero ni luchar por nuestros intereses. Si el gobierno autonómico gestiona mal ese dinero de todos, ocurre que los proveedores (los que suministran los productos necesarios para que el hospital pueda atender a la población) pasan meses sin cobrar y ven cómo sus empleados van a la calle. Ocurre también que se les recorta "otra vez" el sueldo a los trabajadores de la sanidad, y me explico: las medidas del Gobierno de España afectaron a todos los trabajadores públicos pero fue Valcárcel quien hizo un segundo recorte aún más lesivo, violando todos los acuerdos sindicales y pactando contramedidas a espaldas de los propios afectados. Y que las listas de espera crecen. Y que hay menos médicos (que no es que falten). Y que no se cubren las bajas. Y que se fiscaliza a los médicos que dan bajas. Y que se atrasan los pagos de la ley de dependencia. Y así todo el día. 

Si el gobierno autonómico gestiona mal ese dinero de todos, ocurre lo que ha ocurrido: que la sanidad murciana está en bancarrota, en quiebra técnica, en situación de rescate.Y entonces dicen que no hay dinero para sanidad, que hay que poner el copago a la de ya. O sea, que quieren que paguemos "una tasa" por usar los servicios que pagamos con nuestros impuestos.

Si tras 16 años de ladrillazo y de "Agua para todos", en Murcia se destruye empleo por encima de la media española (creamos más parados, por tanto, mayor gasto en prestación por desempleo), tenemos un fracaso y un abandono escolar por encima de la media española (menos jóvenes que puedan acceder a empleo cualificado, a sueldos dignos), tenemos una deuda autonómica que pone en peligro la credibilidad y la solvencia económica de España en Europa (y que nos impide no ya aumentar sino incluso re-financiar esa deuda por no haber cumplido los objetivos, como sí han hecho el resto de comunidades autónomas salvo Castilla-La Mancha); si sabiendo todo esto (más familias en paro y menos dinero para consumir), añadimos que son los ancianos, los parados y los inmigrantes -que contribuyeron a que esta comunidad creciese más que la media en los tiempos de vacas gordas- los que más enferman y, a la vez, los que menos dinero tienen, ¿cómo van a poder asumir el copago estas personas? ¿Por qué tienen que pagar dos veces por un servicio, si ya lo están pagando con sus impuestos? ¿Qué va a pasar con los enfermos pluripatológicos, con los viejecicos que vienen a urgencias o que van a su médico un par de veces por semana porque cuando no es una cosa, es la otra, y siempre están enfermos? ¿Qué vamos a hacer con las familias cuyos miembros están todos en paro, no tienen para pagar la hipoteca, acuden a comedores sociales y, en un momento dado, tienen que llevar a su hijo a urgencias? ¿Les vamos a exigir que paguen para que a su hijo lo vea un médico?

La atención sanitaria es un derecho universal, un derecho inherente al ser humano, tenga papeles o no, trabaje o no, tenga la edad que tenga y esté más o menos enfermo. 

A todas luces, el copago no es solución sino un nuevo problema para la sanidad. Supone incrementar las diferencias de salud entre "pobres" y "ricos", todo ello en una región con unos altos y crecientes porcentajes de habitantes que viven por debajo del umbral de pobreza, es decir, que viven en la miseria y de la misericordia. 

El copago que tanto defiende el más murciano de los murcianos, el hombre bueno del Reino, el señor Valcárcel, supone restringir el acceso al sistema sanitario a aquellos que más lo necesitan, para que los que menos lo necesitan no tengan que "perder 3 horas" (palabras textuales de una paciente) en una sala de espera.

Esa es la verdadera voluntad de los compañeros de partido de Valcárcel. La solución "perfecta" que proponen es que los ciudadanos paguemos ya no dos sino hasta tres veces por la Sanidad: impuestos, copago y, dado que en la sanidad pública "te atienden mal", contratar un seguro médico privado.Ya lo hemos visto en Madrid con Esperanza Aguirre, quien, no satisfecha con semi-privatizar los hospitales (gestión privada de los impuestos de todos, con los criterios económicos de una empresa: rentabilidad económica sí o sí, pese a la evidente merma en la calidad que se ha producido en los hospitales madrileños), favorece a grandes constructoras otorgando dichos contratos de gestión. Si crees que esto no va a pasar en Murcia, estás equivocado. Porque ya está pasando. Sólo hay que asomarse a Lorca, Cartagena o Yecla.

Esta es la verdadera historia y estos son sus protagonistas. Pero aquí no pasa nada: la culpa es de Zapatero, por rojo; Valcárcel obtendrá una nueva mayoría absoluta (20 años); la sanidad será intervenida, cuando no privatizada; y los ciudadanos que han votado a este sinvergüenza, la mayoría en paro y pensando que "esto de la construcción tiene que volver" serán los mismos que lamentarán el tener que decidir entre comprar el pan o ir al médico. Porque las dos cosas, tal y como está Murcia, puede que lleguen a ser incompatibles.

21 de marzo de 2011

Docencia indecente

Y estas son algunas de las actividades de "formación continuada" previstas por mi Colegio de Médicos y enviadas a la lista de correo de dicha asociación colegial:

--> "Continúan las clases de inglés para médicos y familiares". En esto se va parte de mi cuota colegial, en que las esposas de mis adjuntos perfeccionen su inglés de cara al congreso/fiestorro en algún país anglosajón. Ante la inminente quiebra del Servicio Murciano de Salud, nuestro órgano colegial sigue luchando para abrirnos nuevos horizontes profesionales... en el Reino Unido.

--> "Mesa Redonda sobre la Sábana Santa". "Creo que se trata de un tema inquietante y sobre todo muy interesante para los que hemos tenido una educación Cristiana, independientemente de la situación personal de cada cual". Pues eso.

--> "Homeopatía en el envejecimiento. Patologías agudas". Hacen bien en especificar que se trata de patologías "agudas" y no "crónicas", faltaría más, que eso de la pluripatología crónica todo el mundo sabe que es cosa de zagalicos sin pelico en los huevos. ¿Enfermedades crónicas en el anciano? Venga, por favor.

Por cierto, yo no sé si tú sabías que la homeopatía puede ser una opción terapéutica a considerar en los abscesos y otros procesos supurativos (para qué quiero yo un bisturí), en las parálisis faciales "a frigore" (¿y en las traumáticas?), en los traumatismos (sólo si no causan parálisis facial, suponemos), en las neumonías (aclaración: "aguda", siempre "aguda") y, coño, hasta en las hemorragias (decid adiós a esa fea costumbre de transfundir). Y en mil procesos más.

Supongo que no sabíais de la tan variada y amplia utilidad de la homeopatía en la patología "aguda" del anciano. Y está todo tan sistematizado que hasta existen criterios de "posología y prescripción (...)". De todas formas, hemos de dar las gracias al Comité "Científico" (es un decir). Gracias, Dras. Montoya, Salinas y Ruiz. Y gracias también a ustedes, Dres. Alfayate, Aguinaga, Fernández-Villacañas y Párraga. Y al Dr. Rico, representante de la zona de Yecla, lo que demuestra que la "manga ancha" y el cinismo sobrepasan los límites de Murcia capital.

Gracias a todos ustedes, señorías del comité científico, por abrirnos los ojos a la nueva era terapéutica; por permitir que parte de nuestro dinero (80 euros trimestrales) sea usado para divulgar el chamanismo; y, cómo no, por permitir que en el seno de una organización científica se intenten desdibujar las fronteras de la ciencia hasta difuminar sus principios más elementales. Gracias de corazón.

PS: Insisto, 80 euros trimestrales. Seguid así.

9 de marzo de 2011

Tiempo perdido

Tengo una semana de lo más improductiva. Guardia el lunes, saliente el martes. Hoy había 2 pacientes complicados a los que no conocía de nada: media hora leyendo informes para llegar a la conclusión de que lo mejor era entrar, presentarme y empezar de cero.

Mañana, un curso de Ginecología al que no creo que pueda sacarle el máximo provecho dado que mi rotación por Gine es dentro de año y medio.

El viernes, dos altas previstas y -casi seguro- un par de ingresos a los que historiaré, exploraré y pediré las pruebas pertinentes. Pero el domingo tengo guardia de 24h y el lunes, tras un curso de Selene, estaré saliente, comatoso, convaleciente y no los veré. Ya será el martes cuando los vuelva a coger a ellos y a los nuevos del lunes, alguno de los cuales será ingresado durante mi guardia y me sonará un poco... eso sí: estaré media hora leyendo informes para llegar a la conclusión de que, probablemente, lo mejor era entrar, presentarme y empezar de cero.

Y así se cierra el círculo.

PS: Feliz cumpleaños, maere.

4 de marzo de 2011

Cinismo 'urbi et orbi'

Rouco Varela agradece al Gobierno, a la CC.AA y al Ayuntamiento de Madrid su “desinteresada colaboración” en la próxima visita del Papa. Se equivoca en repartir agradecimientos porque los 25 millones de euros no los pagan ni Zapatero ni Aguirre ni Gallardón. Salen a escote del bolsillo de todos los ciudadanos, incluidos gays, inmigrantes, pro-abortistas y laicos.

2 de marzo de 2011

Incidente crítico.

INTRO.
El cirujano abre la puerta del box de Trauma y 'me indica' que tengo que salir un momento. La paciente a la que estoy explorando me dice que no le importa, que vaya, que ella espera. Le pido perdón por la interrupción y voy a ver qué quiere el cirujano -señor adjunto- de un residente raso con 5 pacientes esperando más de dos horas -se estropeó una de las máquinas de la sal de rayos- para ser dados de alta.


ANTECEDENTES.
La cuestión es que llevo una tarde mala, con dolor de cabeza. El adjunto de cirugía me ha llamado un rato antes por teléfono y me ha preguntado de muy malas maneras por qué no he cursado un preoperatorio de un paciente por el que lo he avisado. Respiro hondo. Le digo que hasta que ellos no den el visto bueno para la cirugía no lo voy a cursar, que si no hay indicación quirúrgica no hay necesidad de hacerle una analítica "porque sí". Ellos insisten en que "a nadie se le niega una analítica, se la hacéis a todo el mundo". Insisto en que cada cual tiene su criterio y que yo no voy a pedir una analítica si no está indicada, y que la indicación la tienen que verificar ellos.

Todo esto viene a colación de un paciente joven que acude por dolor anal y que, con antecedentes de crisis hemorroidales, se niega a ser explorado porque está convencido de que lo que tiene ahora es lo mismo de siempre, aunque finalmente comprende que si no lo exploramos, difícilmente podemos "atinar con lo suyo". Le transmito que durante la exploración he objetivado un bultoma en rafe (región perineal) que parece extenderse a las vecindades del ano. El bultoma está rojo, caliente y algo duro pero fluctúa a la presión: un absceso perianal, de libro. El paciente tiene febrícula. Así que aviso a los cirujanos para que lo valoren y decidan si operan o si dan el alta con tratamiento médico (dos semanas antes habían decidido dar el alta a un paciente idéntico, con peor estado general, al que no le sirvió de nada el pinchazo para la analítica). A todo esto, ya había iniciado profilaxis antibiótica 'por si las moscas' .


ESCENARIO.
Cuando bajan y ven la historia en su casillero, se indignan por no tener hemograma ni coagulación antes de llamarlos; de hecho, ni siquiera leen la historia clínica y la única pregunta que me habían hecho por teléfono es si tiene leucocitosis. En fin, la cuestión es que bajan a Urgencias y me buscan para "enseñarme" qué es un abseceso perianal para que -y cito textualmente- "no los vuelva a llamar por una crisis hemorroidal". (A todo esto, ellos ya bajaban con informes previos del paciente referentes a consultas previas por este motivo, así que bajaban convencidos de que se trataba de eso y no de un absceso. Sin ni siquiera haber visto al paciente. Y conste en acta que esto no es lo habitual en los cirujanos de mi hospital, muy buenos profesionales).

Cuando entramos al box de cirugía, les presento al paciente, le pido que se baje los pantalones, les enseño la lesión y les voy recitando lo anotado en la historia clínica referente a la exploración (bultoma... rojo... caliente... fluctúa... fiebre... tacto rectal normal...). A continuación, el adjunto explora de nuevo al paciente mientras me va mirando de reojo y me imparte una lección magistral sobre el absceso perianal (¿?). Con dos cojones como dos camiones. Le pregunto si dan el alta o si van a intervenirlo, me dicen que van a operar, así que indico al enfermero que ya puede cursar el preoperatorio y el ECG que había pedido una hora antes:

- ¿Ah, que lo tenías pedido y no lo has cursado? Qué forma de perder el tiempo. Mariano (nombre ficticio del residente que los acompaña), más vale que no se te peguen los errores de la puerta (de urgencias)

- Mayor pérdida de tiempo es tener que hablar con tres personas distintas para que valoréis un absceso perianal y que bajéis cargados de informes, empeñados en que son hemorroides, que me saquéis del box, que no leáis la historia y que encima me dejéis por tonto delante del paciente.


REFLEXIÓN.
Aún no sé cómo salí de esta. Ni me contestó; y menos mal, porque ya estaba a la que salta y no sé si hubiera podido decir algo de lo que más tarde pudiera arrepentirme. Por suerte, tanto el residente como el enfermero me hacían señas para que no contestara al cirujano, que lo dejara pasar. Y no soy de dejar pasar las cosas cuando me tocan la moral pero, no sé si por cordura o por cansancio, les di las buenas tardes y las gracias por bajar a valorar a "su paciente". Yo continué viendo a los míos.

Me acerqué a ver al paciente un rato antes de que lo operasen y me dio las gracias (inmerecidas) por tomarme interés aunque no fuera "mi paciente". Le dije que no, que aquí no hay dueños, y que lo de antes era una forma de hablar fruto del clima de tensión. Que sentía mucho el lamentable espectáculo. Él me dijo que me había portado muy bien y que ojalá los cirujanos lo hubieran atendido con tanta humanidad el resto de veces que había consultado en Urgencias.

A mi todo esto me dejó con un mal sabor de boca. Un sabor agridulce. De todas formas, tengo que aprender a moderar mi reactividad frente a situaciones como la descrita. No ya por mi sino por mis pacientes, que no tienen ninguna culpa.


PS: Va por ti, Juanjo. Un 2-0 en una guardia...