10 de marzo de 2008

Resaca electoral (se acabó lo que se daba).

Zapatero ha revalidado su mayoría en el Congreso y será nuestro presidente, le pese a quien le pese, los próximos cuatro años. Como les gusta decir a muchos: "la ciudadanía ha hablado". Ha hablado alto y claro.

Ya no está la excusa del 11-M... aunque muchos intenten apoyarse en la muerte de Isaías Carrasco. Oído esta misma mañana: "En estas elecciones a ZP no le han hecho falta 192 muertos. Le ha bastado con uno". Lamentable lo de algun@s que así piensan y se creen demócratas.

Pero las cosas como son: el PSOE no sólo no baja, sino que sube en escaños (los mismos que el PP) y en votos (casi 40.000). Y esto me encanta decirlo. Por todo lo que muchos han dicho sobre el presidente. Por todo lo que vaticinaban y por la bofetada que se han llevado. Y por el mal perder que tienen algunos, parece ser que inversamente proporcional a la educación recibida:


Mira que hubo momentos a lo largo de la legislatura en los que muchos pensamos que el presidente no iba a poder soportar la presión, tanto política como mediática, a la que estaba siendo sometido.

(Pincha sobre el dibujo para ampliar)

Nunca jamás se había dicho de un presidente del Gobierno que estaba del lado de los terroristas. Nunca tanta mentira y tanta miseria moral fueron el centro de la vida política en España. No pocos pensamos que no iba a aguantar. Afortunadamente, nos equivocamos. No sólo ha aguantado, sino que ha conseguido revalidar la mayoría necesaria para permanecer en el Gobierno.

Además, la ciudadanía ha sabido responder a los asesinos de ETA acudiendo a votar de forma absolutamente masiva. Como bien dijo la hija de Isaías Carrasco anteayer, había que ir a votar para demostrarles que no valen nada. Que son prácticamente vestigiales. Que su existencia no tiene sentido y que cada día su fin está más cerca. Todos debemos felicitarnos por una participación tan alta. Casi 8 de cada diez españoles con derecho a voto acudieron ayer a las urnas (en mi pueblo, más del 82% de participación).

Pero ahora llega el momento de la autocrítica. El Gobierno debe calibrar de nuevo la balanza y pensar en los errores cometidos durante la legislatura, para que no vuelvan a repetirse. El presidente Zapatero nunca debe olvidar que es presidente de todos los españoles, no sólo de los que votamos a su partido.

Pero más autocrítica, desde luego, debe hacer el Partido Popular.
Su estrategia de enfrentamiento, de utilización de las víctimas del terrorismo y de recurrir prácticamente todas las leyes aprobadas en estos cuatro años ante el Tribunal Constitucional no ha funcionado. Pensaron que la gresca les daría la victoria y se han encontrado con el sentido común de los ciudadanos. El partido tiene que hacer frente a una renovación completa de sus más altos cargos y comenzar un proceso de "primarias", por llamarlo de algún modo.

Tal y como están las cosas parece claro que la lucha será encarnizada entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón (¿dónde estaban ayer?). Pero la renovación no debe ser sólo del cabeza de partido. Eduardo Zaplana (¿dónde estaba también?) y Ángel Acebes (éste mejor que no hubiera estado) deben dejar paso a nuevas caras. El rejuvenecimiento del partido conservador es una medida necesaria y posible, para poder volver a ocupar el espacio de centro-derecha que nunca debieron abandonar (Aznar lo sabe, el PP vivió su época dorada en esta ubicación, durante sus primeros 5-6 años de Gobierno).

Por lo demás, varias buenas noticias y una mala.

Buenas: que UPyD entra en el hemiciclo; no así Ciudadanos (per Catalunya), a los que sus crisis internas han consumido ya como partido. Y que Esquerra Republicana baja cinco diputados... tal vez así aprendan que un partido minoritario, radical y escisionista no puede ni debe intentar condicionar la agenda de un gobierno autonómico y nacional, ni quebrantar las reglas del juego. Y tal vez así el amigo "Pepe Luís" Carod Rovira vuelva a tener los pies en la tierra, bajando de su parra propia y utópica.

La mala: que IU casi sale del Congreso. Ha acertado Gaspar Llamazares diciendo que se va, lo cual me apena. Pero cada uno tiene lo que se merece. Y la coyuntura política, así como su crítica y falta de defensa de ciertas medidas "de izquierdas" le han pasado factura. IU es la más sensata de las izquierdas puras (las del grupo de los comunistas, republicanos y socialistas anti-PSOE), y no ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Es una pena.

"El reloj vuelve a ponerse a cero". Intentemos entre todos (puesto que todos somos responsables) tener una lesgislatura constructiva y no destructiva, en la que avancemos juntos en el mismo sentido. Podemos y debemos hacerlo. Hablemos, compartamos opiniones, debatamos y actuemos. Pero no llevemos el debate a lo más bajo. España no lo merece. Nosotros no lo merecemos.

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