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28 de abril de 2008

Manifestación de Batas Blancas















La Conferencia Nacional de Decanos (CND) de las Facultades de Medicina de España, la Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), comprometidas con la formación de calidad de los profesionales de nuestro país, quieren denunciar el desorden generado por las propuestas realizadas por diferentes consejerías y la demagogia de ciertas declaraciones, en relación con el indiscriminado aumento de alumnos y creación de nuevas Facultades de Medicina que, sin un análisis detenido sobre las necesidades de médicos en nuestro sistema sanitario, implican la adopción de medidas unilaterales por parte de las CCAA cuyas consecuencias serán, una vez más, la reaparición del subempleo, el paro médico, y la pérdida de calidad en la atención médica que se presta a los ciudadanos.

... Ante esta grave situación se ha convocado una rueda de prensa en Madrid, en la sede de la O.M.C., el lunes 28 de abril, para dar lectura al Manifiesto en contra de estas actuaciones y hacer un llamamiento al consenso entre todos los agentes implicados. Además, el citado documento va a ser enviado a Presidencia del Gobierno, Ministerios de Ciencia e Innovación y Sanidad, Conferencia de Rectores de Universidades Españolas y Consejerías de Sanidad y Educación de las Comunidades Autónomas.

... A continuación, el manifiesto:

La Conferencia Nacional de Decanos (CND) de las Facultades de Medicina de España, la Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), comprometidas con la formación de calidad de los profesionales de nuestro país, manifiestan:

  • Que cualquier incremento en el número de alumnos que acceden a las Facultades de Medicina y/o la creación de nuevas Facultades, debe partir de un análisis contrastado de la situación actual y la adecuada proyección de las necesidades futuras de profesionales, considerando que la formación de un médico requiere entre 11 y 12 años. Igualmente consideramos que la apertura de nuevas Facultades implica mayor coste económico que el incremento de plazas en las ya existentes, además de generar una situación en la que los incrementos en el acceso propiciados por nuevos centros se hará irreversible.
  • Que es un dato objetivo que nuestro país cuenta con un número total de médicos, en relación a la población, superior al de los países de nuestro entorno, al igual que sucede con el número de alumnos y el número de facultades de medicina. También existe un alto porcentaje de médicos que no ejercen la profesión. Existe una desigual distribución geográfica de profesionales, falta de oferta formativa en algunas especialidades deficitarias –al igual que exceso en otras-, y un sistema de contratación excesivamente rígido.
  • Que el proceso de construcción del Espacio Europeo de Educación Superior, con el que están comprometidas las Facultades de Medicina españolas, se basa en la confianza en un sistema universitario de calidad.
  • Que los médicos que finalizan sus estudios en las Facultades deben tener la oportunidad real de ejercer como profesionales a través de la adecuada formación especializada, por lo que la oferta de formación especializada debe ir acompasada a la de graduados en las Facultades de Medicina, asegurando que se cumplen las normativas europeas.
  • Que en los últimos años, las nuevas normativas universitarias y sanitarias, han ignorado las peculiaridades de la carrera académica de los médicos, dificultando la utilización de los hospitales y centros de salud como centros de desarrollo de la actividad académica. La LOU, así como los nuevos sistemas de acreditación del profesorado, han ignorado la dificultad existente en numerosas áreas de conocimiento implicadas en la titulación de Medicina, para compatibilizar la docencia, la gestión y la actividad investigadora con las elevadas demandas asistenciales, por lo que resulta difícil renovar las plantillas de profesorado.
  • Que, dado que los alumnos que acceden a las Facultades de Medicina pueden escoger libremente el centro de estudio, el centro donde realizar su formación especializada y el centro de trabajo, parece razonable que las diferentes Comunidades Autónomas tomen medidas consensuadas a nivel nacional, basado en población, razones socioeconómicas y de continuidad territorial. En cualquier caso debe garantizarse la equidad en el acceso al sistema de formación de los médicos, basado en criterios de igualdad de oportunidades y mérito personal.
  • Que la posible creación de nuevas Facultades de Medicina debe ajustarse a los requisitos establecidos en nuestro sistema normativo, tras la oportuna acreditación y verificación del correspondiente título, de tal forma que se garantice la adecuada formación homologada al resto de facultades existentes en nuestro país y en la UE.
  • Que la actual normativa de homologación de títulos extranjeros debe exigir los mismos requisitos de evaluación de la calidad y acreditación de competencias que cumplen los títulos obtenidos en las Facultades de Medicina españolas, con especial atención al conocimiento del idioma.

En consecuencia las organizaciones arriba mencionadas, ante las recientes propuestas de diversas comunidades autónomas de incremento en el número de alumnos de nuevo acceso y la creación de nuevas Facultades:

1.- Denuncian el desorden generado por las propuestas realizadas por diferentes consejerías y la demagogia de ciertas declaraciones, que sin un análisis detenido sobre las necesidades de médicos en nuestro sistema sanitario, implican la adopción de medidas unilaterales por parte de las Comunidades Autónomas, que nos alejan de las políticas europeas y que no aportan soluciones a corto plazo para resolver las deficiencias concretas que se producen en el Sistema Nacional de Salud.

2.- Rechazan la creación de nuevas Facultades de Medicina y hacen un llamamiento al consenso entre Comunidades Autónomas, Ministerios, Universidades y Organizaciones Profesionales y Sociales, que nos permita realizar una planificación realista, que nos aleje de políticas partidistas y coyunturales, cuyas consecuencias serán, una vez más, y lo que consideramos más grave, la pérdida de calidad del sistema asistencial con la consecuente repercusión sobre la atención médica y la calidad asistencial que se presta a los pacientes así como la reaparición del subempleo y el paro médico.

3.- Subrayan la necesidad de establecer políticas que fidelicen a los médicos, evitando la fuga a países con mejores incentivos y mayor reconocimiento, sin menoscabo del cumplimiento de nuestros compromisos internacionales en cuanto a la libre movilidad de profesionales, pero garantizando en última instancia la calidad de los médicos que acceden al sistema nacional de salud.

4.- Reiteran su propuesta de convocar una reunión conjunta de los Ministerios de Educación y Sanidad, Consejerías de Salud y Educación, Facultades de Medicina y Universidades, , la Organización Médica Colegial, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas, el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina y otras organizaciones profesionales, que analice con datos objetivos las necesidades actuales y futuras de médicos y especialistas; la utilización conjunta de los centros asistenciales en la formación, la carrera académica de los médicos y en definitiva, la adecuación de nuestro sistema formativo a las necesidades de una sociedad en continuo cambio.

5.- La creación de Facultades de Medicina privadas no puede realizarse restando para la formación recursos públicos asistenciales. Tampoco es aceptable romper la igualdad de oportunidades en el acceso a las facultades y mantenerlo en el acceso a la formación especializada.

22 de marzo de 2008

Publicación en el blog de la Facultad de Medicina

"HACIA UN CAMBIO EN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA".
Pincha aquí para leerlo en la fuente original

Szasz y Hollender, teniendo en cuenta el grado de actividad y participación de médico y paciente en su interacción, describen tres niveles o modalidades de relación médico-paciente (o relación médico-enfermo), la clásicamente denominada RME:
  • El nivel 1, de "actividad del médico y pasividad del enfermo", es el tipo de relación que se produce en situaciones en que el paciente es incapaz de valerse por si mismo.
  • El nivel 2, de "dirección del médico y cooperación del enfermo" (o relación paternalista) El médico dirige, como experto, y la intervención adopta una actitud directiva en la que el paciente colabora contestando a sus preguntas, dando su opinión, y realizando lo que se le pide.
  • El nivel 3, de "participación mutua y recíproca del médico y del paciente" (o relación adulto-adulto). El prototipo de relación que establecen es el de una cooperación razonada y consensuada entre personas adultas.
Comentaba el otro día con algunos profesores que el alumnado actual tiende, generación tras generación (o mejor dicho: promoción tras promoción) a desvincularse de la propia Facultad. De tal forma que, muchas veces, el propio alumno desconoce cómo se organiza su Facultad, su titulación, su plan de estudios, sus prácticas. La mayoría del alumnado desconoce lo que su Facultad podría (y debería) hacer por y para él, tanto en materia de servicios académicos como extraacadémicos.

Recuerdo que en mi segundo año de Medicina me convocaron urgentemente a una votación para la elección del Decano. No tenía ni idea de que yo tuviese voz/voto en tales asuntos. Cuatro años después, sé que la Junta de Facultad no es una mera reunión, sino que en ella se tratan temas de vital importancia para el alumnado. De ahí la importancia de que los alumnos estén representados y se vean implicados en la misma; pues son ellos, en última instancia, quienes tendrán que padecer/disfrutar los resultados.

Hace algunos años tuve un profesor de Fisiología Humana (del cual espero que, en unos meses, me imponga la Beca como Licenciado en Medicina) que cambió mi forma de ver la carrera: “Que la universidad pase por ti y que no sólo pases tú por ella”, me dijo y me repitió cada vez que pudo. Quiso decir, a mi entender, tres cosas:
  • Que me empapase de todo el conocimiento y saber posible, no como un “estudiante papagayo” (que estudia y escupe la materia en el examen) sino que aprendiese todo cuanto pudiese, pero que lo aprendiese bien y de forma útil para mi trayectoria profesional y humana.
  • Que no me conformase con aprender Medicina, que aprendiese de todo. ¿Por qué, con qué finalidad? Pues para formarme íntegramente como persona.
  • Que mi paso por la universidad fuese fructífero en cuanto a resultados. Y no sólo académicos, que no siempre dependen de cuánto y cómo estudies una asignatura (existen ejemplos imperdonables -como el acontecido hace pocas semanas- de cómo un profesor, con su examen, trunca las aspiraciones de toda una promoción de alumnos). Sino también extraacadémicos: promover (en palabra y obra) mejoras, cambios, propuestas, soluciones… implicarse en la planificación del curso, en los planes de estudios, etc.
Pasamos nuestra juventud intelectual en la universidad, por ende, es el momento de formarnos plenamente en todas las esferas de la personalidad y de la capacidad intelectual. Ciencia, arte, literatura, política, debate… todo tipo de conocimiento (así como los medios en base a los cuales adquirir este conocimiento) tienen cabida en la universidad pública.

Ésta es la gran asignatura pendiente de la universidad pública: recuperar el papel activo y primordial del alumno como motor de la educación. Esto es lo que pretende el nuevo plan de estudios (la Convergencia Europea).

Volvamos de nuevo al inicio de este artículo, a los modelos de RME, sólo que ahora el médico es el docente, y el paciente es el alumno.

Sabemos que el alumnado es un ente que actúa a expensas del resultado que se le exige; no es un colectivo que piense, prioritariamente, en estos menesteres extracurriculares pero tan o más importantes para su formación como cualquier seminario o clase magistral. Podemos asumir que, ahora, la piedra está en el tejado de los docentes…

¿Sabrán (y querrán) los docentes amoldarse a esta nueva situación o, por contra, seguirán su actual proceder basado en planes de estudios extintos e inoperantes? ¿Se involucrará el profesor en la ardua (y, a corto plazo, desagradecida) labor de implicar al alumno? ¿Y los alumnos, responderán a su nuevo rol –más participativo y exigente- o seguirán “pasando por la universidad? ¿Cambiará la relación contractual de medios, a veces paternalista (y otras veces despótica) hacia un modelo contractual de fines, más cooperativa y lógica entre adultos?

Todos debemos tener clara la siguiente cuestión: el modelo RME nos sirve de ejemplo y de guía a la hora de formar a los nuevos profesionales de la salud. Si la tendencia actual de la Medicina (y la Odontología, la Enfermería y la Fisioterapia) es converger hacia un modelo de prevención, promoción y asistencia sanitaria de cooperación (modelo de relación adulto-adulto); no podemos pretender seguir formando a profesionales de la salud en base a modelos distintos y anacrónicos (paternalismo, despotismo –ya fuese ilustrado o falto de luces-, contrato de medios).

Está en todos nosotros el adaptar nuestra labor y nuestro enfoque, como alumnos y como docentes, para que las nuevas generaciones de profesionales de la salud posean la mayor calidad científica y humana posible, en base al desarrollo de todo su potencial [...]

O lo que es lo mismo, alcanzar eso de lo que tanto se vanaglorian las universidades públicas (más bien, sus gerifaltes) y que, muchas veces, poco o nada tiene que ver con la realidad: la excelencia profesional.

22 de febrero de 2008

No country for old men

No country for old men = No es país para viejos.
Buena peli... Oscar para Bardem, por favor.

Pero eso no es de lo que quiero hablaros sino de la follada de ayer, en el examen de Infecciosas.

Me parece bien que un profesor quiera poner un examen muy difícil. Lo que no me parece tan bien es qeu ponga el examen más difícil, con diferencia, de todos cuantos he hecho en la carrera en estos 6 cursos (y han sido muchos). Y, peor aún, que lo ponga en el último curso, sabiendo qeu todos los suspensos:
  • A) No va a tener un verano "normal", como el resto de años, para poder estudiar y recuperar la asignatura.
  • B) Les jode un mes de preparación del MIR, que no es asunto baladí.
El examen de ayer no fue extremadamente difícil, fue peor aún. Y lo que es más grave, salimos con la sensación de que se habían querido reír de nosotros. Y lo hicieron... ¡Vaya si lo hicieron!

Dos compañeros preguntaron algo acerca de Mozambique (no por gusto, sino porque era un dato "relevante" de una de las preguntas del examen). A la profesora le faltó llamarles inútiles. Y la verdad es qeu la inútil es ella, porque todos estuvimos un buen rato intentando descifrar la dichosa pregunta.

No me parece decente inventarse las respuestas de un examen, preguntar cosas qeu ni nos han explicado en clase ni están en la bibliografía que nos han dado y, peor aún, dar por buenas ciertas respuestas que, o bien son totalmente descabelladas e ilógicas, o bien son cosas qeu SÓLO ELLOS (como expertos) pueden saber.

Encima tiene la cara dura de decir que los apuntes de clase no se parecía en nada a lo explicado en el aula... Ejem, ejem... no es por incordiar, pero se supone que los comisionistas no nos inventamos nada. Y va y me suelta que "esas cosas no las he dicho en clase, jamás habría dicho algo así en clase".
¿Ah, no? Entonces es que todos los que asistimos fuimos víctimas de una extraña y compleja alucinación colectiva. Usted perdone. Es que nos echan droga en el agua.

Hace unos días vi las preguntas de Infecciosas del examen MIR del año pasado y el de este mismo año; la verdad, me parecían DE RISA, las contestaba (bien) sin terminar de leerlas. En cambio, mi examen de ayer, vamos... es que era insuperable...

En serio, la sensación que me da es qeu se han reído de mi, de mi esfuerzo y de mis horas de estudio.

Para que os hagáis una idea de la dificultad del examen os pondré alguna de las preguntas más fáciles:

- ¿Qué antibiótico es el principal responsable de diarrea nosocomial en los últimos brotes que hemos tenido recientemente en los hospitales?
La clave para responder era, simple y llanamente, haber tenido la "suerte" de haber estado en el hospital en las últimas semanas. En clase sólo se hizo un comentario "de pasada" para decir qeu la Piperacilina-Tazobactam era la que causaba diarrea con más frecuencia. En cambio, en las prácticas de Oncología, me dijeron que actualmente era el Levofloxacino (yo contesté eso y acerté, pero con el resto de preguntas no tuve tanta "suerte").ç

- Si según "el experto" en SIDA, "VIH-1 se diferencia del VIH-2 en una (puta) proteína llamada VPX, que no es bien conocida"...
... Por qué coño escribes una pregunta en la qeu se dice que el gen VPX tiene tal o cual función?? ¿Eso cómo lo sé yo, si tú que eres el encargado de enseñármelo no me lo dices?
Pero aquí no queda la cosa: dan por buena una opción que es irremediablemente falsa.

La inmensa mayoría de las preguntas del examen era tan sumamente ambiguas que cada uno de los profesores no sabían responder las preguntas de los demás. Le pregunté al "jefe" de la asignatura acerca de dos o tres preguntas, y no sabía contestarme...

Es vergonzoso.

Por cierto, he suspendido. No estoy acostumbrado a suspender (edito: no estoy acostumbrado a sacar menos de un 7 y pico), pero lo de ayer raya lo absurdo.

Uno suspende cuando no tiene la base suficiente para aprobar. Pero cuando te sabes una asignatura y te suspenden (y más de esta forma), te quedas con una cara de gilipollas...

Mal de muchos, consuelo de tontos. En fin. Nos veremos en septiembre.
A ver si este año hacen igual que el pasado y se portan "igual de bien" (lo dudo), que les repitieron el examen de junio, literalmente. Y no era tan difícil como el nuestro, ni de lejos... lo hice hace un par de tardes, como entrenamiento, y saqué un 8 y pico... y total, para lo que me ha servido.
Pero claro... somos la promoción de las putadas... ya, me espero cualquier cosa. Incluso uno más difícil que el de ahora. Si se lo proponen, lo conseguirán. Sabemos que son capaces.

PD: Este fin de semana no estoy para nadie, me voy fuera (de hecho, ya me he ido), necesito desconexión total para cargar las pilas y sacar una buena nota en Hematología-Oncología: es mi comisión de apuntes, he hecho las prácticas de Oncología hace un par de semanas, se supone que ya me he mirado el 70% de la asignatura... esta vez no cabe la posibilidad de fallar. Hay que dar la talla...

31 de enero de 2008

Los peligros de la "medicalización"

Un interesante artículo de Andreu Segura en El País habla sobre los peligros de la medicalización de la vida.

...una de las principales causas de defunción en los Estados Unidos eran los errores médicos. En efecto, "Equivocarse es humano" estimaba que se producen más muertes por esta razón que por el sida, los accidentes de tráfico, los accidentes laborales y el cáncer de mama juntos. Y esta estimación se queda corta si se añaden los efectos indeseables que no son estrictamente atribuibles a errores o negligencias, sino en un sentido más amplio, a la iatrogenia, es decir, a las consecuencias negativas de las intervenciones sanitarias, en ocasiones inevitables, dado que ninguna actividad sanitaria puede considerarse absolutamente inocua.

Independientemente de otras consideraciones más generales, el consumismo en el ámbito de la sanidad y de la medicina lleva inexorablemente al incremento de la iatrogenia. Más sanidad no significa, en este caso, forzosamente mejor. Desde los albores de la historia, se sabe que las intervenciones médicas pueden resultar peligrosas, como atestiguan los párrafos 218 a 220 del Código de Hammurabi, grabado hace casi cuatro mil años en el monolito expuesto en el Louvre.

No es extraño, pues, que se hable cada vez más de la prevención cuaternaria, denominación propuesta por Marc Jamouille, un médico de familia francés al que, como él mismo explica, se le ocurrió la expresión mientras se aburría en una clase de estadística de un curso de salud pública y que, según el diccionario de la Asociación Mundial de Médicos de Familia, engloba las actividades que pretenden detectar el riesgo de medicalización al que se exponen los pacientes, protegerlos de invasiones médicas y proponerles intervenciones éticamente aceptables.

Del Código de Hammurabi:

Ley 218: Si un médico hizo una operación grave con el bisturí de bronce y lo ha hecho morir, o bien si lo operó de una catarata en el ojo y destruyó el ojo de este hombre, se cortarán sus manos.

Ley 219: Si un médico hizo una operación grave con el bisturí de bronce e hizo morir al esclavo de un muskenun, dará otro esclavo equivalente.

Y es que ser médico en la antigua Babilonia si que estaba jodido...

Extraído del magnífico blog del Dr. Bonis: "Cocido madrileño con gofio"

INCOHERENCIAS DEL SISTEMA


¡¡A las trincheras!!


La guerra entre las dos universidades públicas de la Región y la Universidad Católica (UCAM) por implantar nuevas titulaciones se recrudece conforme pasan los días. El consejero de Educación, Juan Ramón Medina Precioso, mostró ayer su enfado con la UCAM por haberse saltado el pacto sobre la forma de pedir y desarrollar el mapa de titulaciones para adaptarlo al nuevos sistema europeo, respetando el equilibrio entre el sistema público y el privado.

Además de Medicina -una opción a la que se opone frontalmente la Universidad de Murcia-, la UCAM quiere ahora ofertar la carrera de Arquitectura en su campus de Cartagena, que aún no ha inaugurado (ni construido) y que ocupará el antiguo cuartel militar de Los Dolores.

El Consejero dejó claro el lunes en Cartagena, en el acto académico de Santo Tomás de Aquino celebrado en la Universidad Politécnica de Cartagena, que las universidades públicas tendrán prioridad sobre la privada a la hora de implantar un título que no se dé ya en la Región. Luego, pasado un tiempo (no concretado), la UCAM podrá ofertar ese título.

Ayer, el rector de la Universidad Politécnica de Cartagena advirtió de que en pocos días presentará a la Comunidad la petición formal para que la UPCT dé Arquitectura. El expediente, que ha elaborado en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de la Región, consta de 270 folios y se basa la experiencia de formación en Arquitectura Técnica que atesora la Politécnica y en el equipo de profesores que imparten esta la titulación y asignaturas relacionadas con la Arquitectura como Matemáticas o Física. Entre estos docentes, hay doce arquitectos, de los cuales tienen el grado de doctores.

"Calidad y legitimidad", argumentos de peso

Faura argumentó que dar prioridad a la UPCT es una cuestión «de servicio público» y de responsabilidad por motivos de calidad de la enseñanza. Y señaló que es «lógico» que el gobierno, que es público, dé ventaja a las universidades públicas.

En una rueda de prensa en la sede del Rectorado, el vicerrector de Relaciones Internacionales e Institucionales fue más contundente en su defensa del sistema público: «Debe tener prioridad la universidad que le ofrece al alumno la posibilidad de matricularse pagando 800 euros, frente a una universidad privada que le cobra 5.000 euros».

El presidente de la Fundación San Antonio -que dirige la UCAM-, el cartagenero José Luis Mendoza Faura, ha atacado al Gobierno regional al considerar que un gobierno democrático no puede dar un trato privilegiado a las universidades públicas.

El Consejero le respondió así: «El gobierno ha hecho decretos que a algunas universidades no nos han gustado. Pero, por eso, no se puede condicionar su legitimidad como gobierno. Decir que el gobierno de la Comunidad no es democrático... Nunca he visto que haya falta de democracia en esta Comunidad. Si discutimos eso...»

Y ahora me pregunto yo...
¿Qué pasa, que también hay "déficit" de arquitectos? Porque yo considero a muchos, muchos arquitectos y NINGUNO me ha dicho nada al respecto (y no será porque no hemos sacado el tema).

En fin. Otro disparate más para la lista (otrora interminable, ahora --ya, directamente-- surrealista) de "cosas qeu la UCAM reclama al Gobierno de forma ilegal y pretenciosa".

A este paso, la gente va a pensar que odio profundamente a la UCAM. Para nada. Lo que no tolero es la prepotencia y las cornadas demagógicas de quienes dicen ampararse en el mandato de Dios.

Esta noche comentaré lo de las Brigadas Católicas...