Saliente de guardia. Las 6 de la mañana. Llegar a tu casa casi dormido. Aparcar en tu calle, totalmente a oscuras y con un ojo ya cerrado: persiana de carne echada a cal y canto. Acostarse sobre la fresca cama -bendita tu cama contigo- y que, a las dos horas, te despierten con su amarga melodía aquellos que vienen a reparar las penas del muro de las lamentaciones.
La dificultad del examen acotada...
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... los mismos datos que aquí, expresados de otra forma.- Ninguna de las
convocatorias, que se reflejan en la gráfica de la entrada, tuvo la misma
poblaci...
Hace 2 días
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