Como vemos, no es que Zapatero castigue a Murcia y que por eso estemos en la ruina. Es que Valcárcel no sabe gestionar nuestro dinero ni luchar por nuestros intereses. Si el gobierno autonómico gestiona mal ese dinero de todos, ocurre que los proveedores (los que suministran los productos necesarios para que el hospital pueda atender a la población) pasan meses sin cobrar y ven cómo sus empleados van a la calle. Ocurre también que se les recorta "otra vez" el sueldo a los trabajadores de la sanidad, y me explico: las medidas del Gobierno de España afectaron a todos los trabajadores públicos pero fue Valcárcel quien hizo un segundo recorte aún más lesivo, violando todos los acuerdos sindicales y pactando contramedidas a espaldas de los propios afectados. Y que las listas de espera crecen. Y que hay menos médicos (que no es que falten). Y que no se cubren las bajas. Y que se fiscaliza a los médicos que dan bajas. Y que se atrasan los pagos de la ley de dependencia. Y así todo el día.
28 de marzo de 2011
¿Copago? "Copague" Valcárcel.
Como vemos, no es que Zapatero castigue a Murcia y que por eso estemos en la ruina. Es que Valcárcel no sabe gestionar nuestro dinero ni luchar por nuestros intereses. Si el gobierno autonómico gestiona mal ese dinero de todos, ocurre que los proveedores (los que suministran los productos necesarios para que el hospital pueda atender a la población) pasan meses sin cobrar y ven cómo sus empleados van a la calle. Ocurre también que se les recorta "otra vez" el sueldo a los trabajadores de la sanidad, y me explico: las medidas del Gobierno de España afectaron a todos los trabajadores públicos pero fue Valcárcel quien hizo un segundo recorte aún más lesivo, violando todos los acuerdos sindicales y pactando contramedidas a espaldas de los propios afectados. Y que las listas de espera crecen. Y que hay menos médicos (que no es que falten). Y que no se cubren las bajas. Y que se fiscaliza a los médicos que dan bajas. Y que se atrasan los pagos de la ley de dependencia. Y así todo el día.
21 de marzo de 2011
Docencia indecente
--> "Continúan las clases de inglés para médicos y familiares". En esto se va parte de mi cuota colegial, en que las esposas de mis adjuntos perfeccionen su inglés de cara al congreso/fiestorro en algún país anglosajón. Ante la inminente quiebra del Servicio Murciano de Salud, nuestro órgano colegial sigue luchando para abrirnos nuevos horizontes profesionales... en el Reino Unido.
--> "Mesa Redonda sobre la Sábana Santa". "Creo que se trata de un tema inquietante y sobre todo muy interesante para los que hemos tenido una educación Cristiana, independientemente de la situación personal de cada cual". Pues eso.
--> "Homeopatía en el envejecimiento. Patologías agudas". Hacen bien en especificar que se trata de patologías "agudas" y no "crónicas", faltaría más, que eso de la pluripatología crónica todo el mundo sabe que es cosa de zagalicos sin pelico en los huevos. ¿Enfermedades crónicas en el anciano? Venga, por favor.
Por cierto, yo no sé si tú sabías que la homeopatía puede ser una opción terapéutica a considerar en los abscesos y otros procesos supurativos (para qué quiero yo un bisturí), en las parálisis faciales "a frigore" (¿y en las traumáticas?), en los traumatismos (sólo si no causan parálisis facial, suponemos), en las neumonías (aclaración: "aguda", siempre "aguda") y, coño, hasta en las hemorragias (decid adiós a esa fea costumbre de transfundir). Y en mil procesos más.
Supongo que no sabíais de la tan variada y amplia utilidad de la homeopatía en la patología "aguda" del anciano. Y está todo tan sistematizado que hasta existen criterios de "posología y prescripción (...)". De todas formas, hemos de dar las gracias al Comité "Científico" (es un decir). Gracias, Dras. Montoya, Salinas y Ruiz. Y gracias también a ustedes, Dres. Alfayate, Aguinaga, Fernández-Villacañas y Párraga. Y al Dr. Rico, representante de la zona de Yecla, lo que demuestra que la "manga ancha" y el cinismo sobrepasan los límites de Murcia capital.
Gracias a todos ustedes, señorías del comité científico, por abrirnos los ojos a la nueva era terapéutica; por permitir que parte de nuestro dinero (80 euros trimestrales) sea usado para divulgar el chamanismo; y, cómo no, por permitir que en el seno de una organización científica se intenten desdibujar las fronteras de la ciencia hasta difuminar sus principios más elementales. Gracias de corazón.
PS: Insisto, 80 euros trimestrales. Seguid así.
9 de marzo de 2011
Tiempo perdido
Mañana, un curso de Ginecología al que no creo que pueda sacarle el máximo provecho dado que mi rotación por Gine es dentro de año y medio.
El viernes, dos altas previstas y -casi seguro- un par de ingresos a los que historiaré, exploraré y pediré las pruebas pertinentes. Pero el domingo tengo guardia de 24h y el lunes, tras un curso de Selene, estaré saliente, comatoso, convaleciente y no los veré. Ya será el martes cuando los vuelva a coger a ellos y a los nuevos del lunes, alguno de los cuales será ingresado durante mi guardia y me sonará un poco... eso sí: estaré media hora leyendo informes para llegar a la conclusión de que, probablemente, lo mejor era entrar, presentarme y empezar de cero.
Y así se cierra el círculo.
PS: Feliz cumpleaños, maere.
4 de marzo de 2011
Cinismo 'urbi et orbi'
2 de marzo de 2011
Incidente crítico.
INTRO.
El cirujano abre la puerta del box de Trauma y 'me indica' que tengo que salir un momento. La paciente a la que estoy explorando me dice que no le importa, que vaya, que ella espera. Le pido perdón por la interrupción y voy a ver qué quiere el cirujano -señor adjunto- de un residente raso con 5 pacientes esperando más de dos horas -se estropeó una de las máquinas de la sal de rayos- para ser dados de alta.
ANTECEDENTES.
La cuestión es que llevo una tarde mala, con dolor de cabeza. El adjunto de cirugía me ha llamado un rato antes por teléfono y me ha preguntado de muy malas maneras por qué no he cursado un preoperatorio de un paciente por el que lo he avisado. Respiro hondo. Le digo que hasta que ellos no den el visto bueno para la cirugía no lo voy a cursar, que si no hay indicación quirúrgica no hay necesidad de hacerle una analítica "porque sí". Ellos insisten en que "a nadie se le niega una analítica, se la hacéis a todo el mundo". Insisto en que cada cual tiene su criterio y que yo no voy a pedir una analítica si no está indicada, y que la indicación la tienen que verificar ellos.
Todo esto viene a colación de un paciente joven que acude por dolor anal y que, con antecedentes de crisis hemorroidales, se niega a ser explorado porque está convencido de que lo que tiene ahora es lo mismo de siempre, aunque finalmente comprende que si no lo exploramos, difícilmente podemos "atinar con lo suyo". Le transmito que durante la exploración he objetivado un bultoma en rafe (región perineal) que parece extenderse a las vecindades del ano. El bultoma está rojo, caliente y algo duro pero fluctúa a la presión: un absceso perianal, de libro. El paciente tiene febrícula. Así que aviso a los cirujanos para que lo valoren y decidan si operan o si dan el alta con tratamiento médico (dos semanas antes habían decidido dar el alta a un paciente idéntico, con peor estado general, al que no le sirvió de nada el pinchazo para la analítica). A todo esto, ya había iniciado profilaxis antibiótica 'por si las moscas' .
ESCENARIO.
Cuando bajan y ven la historia en su casillero, se indignan por no tener hemograma ni coagulación antes de llamarlos; de hecho, ni siquiera leen la historia clínica y la única pregunta que me habían hecho por teléfono es si tiene leucocitosis. En fin, la cuestión es que bajan a Urgencias y me buscan para "enseñarme" qué es un abseceso perianal para que -y cito textualmente- "no los vuelva a llamar por una crisis hemorroidal". (A todo esto, ellos ya bajaban con informes previos del paciente referentes a consultas previas por este motivo, así que bajaban convencidos de que se trataba de eso y no de un absceso. Sin ni siquiera haber visto al paciente. Y conste en acta que esto no es lo habitual en los cirujanos de mi hospital, muy buenos profesionales).
Cuando entramos al box de cirugía, les presento al paciente, le pido que se baje los pantalones, les enseño la lesión y les voy recitando lo anotado en la historia clínica referente a la exploración (bultoma... rojo... caliente... fluctúa... fiebre... tacto rectal normal...). A continuación, el adjunto explora de nuevo al paciente mientras me va mirando de reojo y me imparte una lección magistral sobre el absceso perianal (¿?). Con dos cojones como dos camiones. Le pregunto si dan el alta o si van a intervenirlo, me dicen que van a operar, así que indico al enfermero que ya puede cursar el preoperatorio y el ECG que había pedido una hora antes:
- ¿Ah, que lo tenías pedido y no lo has cursado? Qué forma de perder el tiempo. Mariano (nombre ficticio del residente que los acompaña), más vale que no se te peguen los errores de la puerta (de urgencias)
- Mayor pérdida de tiempo es tener que hablar con tres personas distintas para que valoréis un absceso perianal y que bajéis cargados de informes, empeñados en que son hemorroides, que me saquéis del box, que no leáis la historia y que encima me dejéis por tonto delante del paciente.
REFLEXIÓN.
Aún no sé cómo salí de esta. Ni me contestó; y menos mal, porque ya estaba a la que salta y no sé si hubiera podido decir algo de lo que más tarde pudiera arrepentirme. Por suerte, tanto el residente como el enfermero me hacían señas para que no contestara al cirujano, que lo dejara pasar. Y no soy de dejar pasar las cosas cuando me tocan la moral pero, no sé si por cordura o por cansancio, les di las buenas tardes y las gracias por bajar a valorar a "su paciente". Yo continué viendo a los míos.
Me acerqué a ver al paciente un rato antes de que lo operasen y me dio las gracias (inmerecidas) por tomarme interés aunque no fuera "mi paciente". Le dije que no, que aquí no hay dueños, y que lo de antes era una forma de hablar fruto del clima de tensión. Que sentía mucho el lamentable espectáculo. Él me dijo que me había portado muy bien y que ojalá los cirujanos lo hubieran atendido con tanta humanidad el resto de veces que había consultado en Urgencias.
A mi todo esto me dejó con un mal sabor de boca. Un sabor agridulce. De todas formas, tengo que aprender a moderar mi reactividad frente a situaciones como la descrita. No ya por mi sino por mis pacientes, que no tienen ninguna culpa.
PS: Va por ti, Juanjo. Un 2-0 en una guardia...